Centro de las visibilidades afropuertorriqueñas

María Elba Torres Muñoz, 80 Grados

La Casa Afro en el Terraplén de Piñones en Loíza emerge como el cahillo en las parcelas donde se adhiere cual tatuaje en todas partes y en toda su gente. No hay que repetir lo obvio, no existe en Puerto Rico un espacio donde se pueda leer y apreciar un discurso que emane de adentro hacia afuera con sobrado entendimiento de nuestros afrosaberes y nuestras afroejecutorias.

NEGRO/A/X se instala con el junte de la doctora Marta Moreno Vega y la profesora Maricruz Rivera Clemente en la Casa Afro. Gestoras de largas luchas y enormes frutos. En la Casa Afro se siente una propuesta cultural visual indudablemente afroantillana, es decir afropuertorriqueña. En el Corredor Afro se pondera, se narra y se dimensiona con poderosa voz la presencia afropuertorriqueña y en esta ocasión desde las artes visuales.

Colmadas éstas de la herencia y presencia de una enorme población que construyó con dolor su realidad y con resistencia. Sostienen hoy, un bagaje de inteligencias de descendencia africana. Entre el discrimen, la resiliencia junto a la resistencia se han mantenido en pie de lucha. Se camina esta exhibición en la admiración de importantes artistas de la plástica puertorriqueña en diversos medios: cerámica, dibujos, pinturas, fotografías e instalaciones. Todos ellos forman parte de una cultura visual afrodescendiente en el Puerto Rico Contemporáneo.

Esta exhibición se hilvana con aquellas exhibiciones en el Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río en los años 40, con las obras de Francisco Oller y José Campeche. Seguimos con el mismo hilo con la exhibiciones:  Paréntesis: 8, Artistas Negros contemporáneos;  Afrolatinos en el Museo de Arte de Caguas y  Sin Pedir Permiso: Afrodescendientes en Casa Escuté en Carolina. Cada una de ellas ha implicado una decolonización de la mirada eurocéntrica que ha caracterizado la historia del arte en Puerto Rico.

Desde la tierra negra de Piñones en Loíza y desde esta casa se engendrará intensas y profundas narraciones sobre dónde queremos estar. Aquí no hay que pedir permiso, solo hay que ser y estar. Por ello es que decimos que la historia y la resistencia han sido mancuernas de la defensa de estas tierras y su gente en Piñones. No ha sido fácil. Lo que nos presentan en el Corredor Afro es un excelente testimonio visual de esas luchas. Se aparta de la ignominia, del descuido, de la pena, del racismo, del silencio y la discriminación que han orillado sin piedad a Loíza. Se levanta el orgullo de nuestra afrodescendencia. Casa Afro se enciende con agudezas, colores y plantas enarbolando un espacio de luz, de reconocimiento, justicia y desarrollo.

Son 20 artistas plásticos que se agrupan para referirse a un tema que les apela, que les identifica, que les llama: nuestra afrodescendencia en este archipiélago del Caribe. Asumen con específico  talento artístico los afrosaberes como bandera del cimarronaje. Los veinte artistas narran desde sus identidades, sus negritudes y en amplitud una cultura compartida.

Ante la dificultad de lo presencial en tiempos de pandemia, dialogamos al azar con la muestra y le pedimos que nos hable y nos diga.

Muy cerca a la entrada de la exhibición en la Casa Afro nos encontramos con la obra de Papo Colo, Dirt and Pain. Pequeña e impresionante pieza que nos remite a los siglos de la imposición de las cadenas, del carimbo, del imperialismo español y estadounidense con la mercantilización de los cuerpos africanos.  Sujetos del abuso ante la vista del colonizador explotador europeo, nos insita Colo a ver y no querer ver.

Perpendicularmente divisamos Victoria en Cangrejos de Daniel Lind-Ramos siendo esta pieza un documento histórico visual. Las obras de Daniel Lind-Ramos están cargadas de historia de su pueblo, de la isla ¿del encanto?  En Daniel Lind-Ramos las obras se alejan de las teorías del arte europeo y se adentra a plantearse nuevas formas narrativas visuales. Razón por lo cual se nos presenta una obra monocromática, en carboncillo sobre lienzo.

Así también nos refuerza la referencia lúdica de los enmascarados, desconociendo ¿quién juega ante quién en las más inmersas espiritualidades afrodescendientes frente al asesinato de una mujer, Alfonsina ? En esta obra Victoria en Cangrejos se alboratan los seres, los infinitatamente presentes por ser ancestros. Es que fue a quemarropa. Siendo ésto la continuacion del Descubrimiento de Puerto Rico, una invasión, nada que celebrar. .

Cerramos este recorrido de este junte de artistas quienes expresan con verticalidad la experiencia de la negrura, de la negritud, de los afrodescendientes.  Nosotrxs lxs constructores de la nación puertorriqueña.